
Las estafas y virus informáticos son cada vez más sofisticados y difíciles de detectar. Además, con el uso masivo de Internet, la propagación y difusión de estos virus y estafas es cada vez más rápida y sencilla.
Según el estudio Cyber Security Insights Report 2018, al menos uno de cada tres españoles ha sido víctima de algún tipo de ciberataque durante el 2018.
¿Qué es el Phishing y por qué es una técnica tan utilizada?
El Phishing es un método utilizado por los ciberdelincuentes por el que suplantan la identidad de una organización para conseguir que el usuario revele información sensible como contraseñas, datos de la tarjeta de crédito o incluso el acceso a tus cuentas bancarias, normalmente con el objetivo de conseguir dinero. Es una de las estrategias más utilizadas por los ciberdelincuentes, ya que suele ser muy efectiva.
Con este método, el usuario es invitado a revelar esta información mediante un correo electrónico o en un sitio web que incluso puede simular ser la página web de la organización. Estos sitios webs suelen tener algún elemento diferente en la URL a la URL oficial y no son navegables.
Durante el primer trimestre de 2019, el tráfico global de spam ha crecido hasta alcanzar casi el 60%, y los sistemas Anti-Phishing han prevenido más de 111.832.308 redirecciones a páginas engañosas.*
Un ejemplo muy común de phishing es el de la factura pendiente de pago. Los ciberdelincuentes consiguen las facturas pendientes de pago de los clientes de una empresa u organización y las envían por correo electrónico a los mismos informando de un cambio en el número de cuenta para hacer la transferencia del pago. Los clientes creen que están pagando la factura, pero en realidad están siendo robados.
¿Cómo prevenir un ataque de phishing?
Hay una serie de medidas que podemos tomar y que son muy fáciles de seguir pero que, por falta de tiempo, no las llevamos a cabo en muchas ocasiones. Algunas de ellas son:
- Revisar siempre el remitente de los correos electrónicos que recibimos y estar seguros de que se trata de una dirección válida.
- No abrir ningún tipo de archivo adjunto en un correo que proviene de una fuente desconocida.
- Sospecha de correos electrónicos que contienen URLs acortadas o están redactados con un léxico ilógico o con abundantes faltas de ortografía.
- Nunca proporciones tus datos personales ni contraseñas o códigos de acceso a través del correo electrónico o en portales desconocidos.
- Ante la duda, llama siempre a la empresa y asegúrate de que los cambios que mencionan en el correo son correctos o si, por el contrario, se trata de una estafa.
Phishing: cómo evitarlo en las empresas
En un entorno corporativo, donde la cantidad de correos electrónicos y transacciones es mucho mayor, la amenaza del phishing se multiplica. Por lo tanto, es fundamental que tu empresa implemente medidas adicionales para protegerse:
Formación y concienciación
La capacitación continua de los empleados es esencial. Asegúrate de que todos comprendan qué es el phishing y cómo identificar los correos electrónicos fraudulentos. Realiza talleres y simulaciones periódicas para poner a prueba sus habilidades de detección.
Implementación de soluciones tecnológicas
Usar software de seguridad, como filtros de correo electrónico anti-phishing y firewalls, puede ayudar a prevenir que los correos fraudulentos lleguen a las bandejas de entrada de los empleados. Además, herramientas como la autenticación multifactor (MFA) proporcionan una capa adicional de seguridad al dificultar el acceso no autorizado.
Monitoreo constante
Es fundamental monitorizar constantemente los sistemas y las actividades sospechosas dentro de la red. Si se detecta algún comportamiento inusual o algún intento de phishing, actúa rápidamente para mitigar el daño.
Revisar las políticas internas
Establecer políticas claras sobre el manejo de correos electrónicos y la protección de información sensible es crucial. Asegúrate de que todos los empleados sepan a quién deben informar si reciben un correo sospechoso.
Diferencias entre Pharming y Phishing
Aunque ambos son ataques cibernéticos que buscan robar información sensible, el pharming y el phishing tienen diferencias clave:
- Phishing: se basa en el envío de correos electrónicos falsos o la creación de sitios web fraudulentos para engañar a los usuarios.
- Pharming: en este caso, los atacantes manipulan las direcciones DNS para redirigir a los usuarios a sitios web fraudulentos, incluso si la URL es correcta.
Ambos métodos son peligrosos, pero el pharming es más complejo, ya que no depende del engaño directo al usuario, sino de modificar la infraestructura de internet.
Si deseas proteger tu empresa de ataques de phishing y mejorar la seguridad de tus sistemas, no dudes en ponerte en contacto con Lunia. Nuestros expertos en ciberseguridad pueden ayudarte a implementar las mejores estrategias para defenderte de estas amenazas. Por ejemplo, existen diferentes herramientas anti-phishing en el mercado que son muy asequibles para las empresas. La herramienta Phish Threat de Sophos cuenta con las campañas más recientes para realizar simulaciones de ataques de phishing a los usuarios finales de manera fácil y sencilla.
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Consecuencias de un ataque de Phishing
El impacto de un ataque de phishing puede ser devastador para una empresa. Entre las consecuencias más comunes se encuentran:
- Pérdida de información confidencial: un ataque exitoso puede resultar en el robo de datos sensibles, como contraseñas, información financiera o detalles de clientes.
- Pérdida económica: si el ataque permite a los ciberdelincuentes acceder a cuentas bancarias o realizar pagos fraudulentos, las pérdidas económicas pueden ser significativas.
- Daño a la reputación: los clientes y socios comerciales pueden perder confianza en una empresa que ha sufrido un ataque de phishing, lo que puede afectar su reputación a largo plazo.
- Interrupción de la actividad empresarial: los ataques de phishing a menudo sirven como puerta de entrada para otros tipos de malware que pueden interrumpir las operaciones diarias de la empresa.