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¿Qué es un CPD y por qué lo necesita tu empresa?

Rack de centro de datos de alta tecnología con componentes de servidor iluminados

¿Te imaginas que tu empresa perdiera acceso a todos sus datos durante 24 horas? Sin correos electrónicos, sin información de tus clientes, sin histórico de ventas… ¿Sabes cuánto le podría costar a tu empresa esa parada? Para la mayoría de ellas podría suponer miles de euros en pérdidas, clientes insatisfechos y daños a su reputación.

Vivimos en un mundo digital en el que el crecimiento de los datos y la dependencia tecnológica han convertido a la información en el activo más valioso para cualquier empresa. Por ello, en este artículo vamos a ver cómo gestionar, proteger y aprovechar toda esa información de manera eficiente y segura gracias a los Centros de Procesamiento de Datos (CPD) y cómo estos pueden marcar la diferencia en la seguridad y el rendimiento de tu empresa.

Un CPD o Centro de Procesamiento de Datos (también conocido como Data Center) es una instalación en la que se almacenan, se procesan y se gestionan los datos y aplicaciones de una empresa que permiten el funcionamiento continuo y seguro de tu negocio.

Componentes principales de un CPD

  1. Servidores: son el motor principal del CPD, puesto que son los equipos informáticos que ejecutan las aplicaciones y servicios de tu empresa: desde el software de gestión como ERP o CRM hasta el servidor de correo electrónico o tu página web. Estos equipos se encargan de procesar peticiones, alojar aplicaciones y permiten a los usuarios acceder a la información que necesitan.
  2. Sistemas de almacenamiento: permiten guardar los datos de tu empresa y acceder a grandes volúmenes de información de forma rápida y segura. Los sistemas de almacenamiento modernos utilizan tecnologías como discos SSD de alta velocidad, arrays de almacenamiento redundante y sistemas de backup automatizado para garantizar que tu información esté siempre disponible y protegida.
  3. Infraestructura de red: se encarga de interconectar los distintos componentes y garantizar una comunicación fluida tanto dentro del CPD como hacia el exterior. Incluye switches, routers o el cableado, y su correcto diseño garantiza rapidez y seguridad.
  4. Sistemas de alimentación eléctrica: un CPD no puede permitirse quedarse sin electricidad, por ello suele incluir sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI o UPS) que proporcionan energía durante cortes eléctricos. Empresas con necesidades más exigentes suelen contar también con generadores diésel de respaldo para interrupciones prolongadas.
  5. Climatización y refrigeración: los servidores generan mucho calor, por lo que es imprescindible contar con sistemas de climatización que mantengan la temperatura óptima y eviten el sobrecalentamiento y, como consecuencia, un posible fallo.
  6. Sistemas de monitorización y gestión: son las herramientas y softwares que monitorizan y revisan el estado de todos los componentes de forma constante: desde la temperatura o el consumo eléctrico hasta el rendimiento de servidores. Esta monitorización nos permite detectar incidencias de forma proactiva.

Tipos de CPD: ¿cuál se adapta mejor a tu empresa?

No todas las empresas son iguales ni tienen las mismas necesidades. Por ello, existen diferentes modelos de CPD que varían en complejidad, capacidad y gestión. Vamos a ver algunos de ellos:

CPD propio (On-premise)

Se trata de un CPD instalado y gestionado en las propias instalaciones de la empresa. Entre sus ventajas destacan el control absoluto sobre la infraestructura, el software y la seguridad, así como el acceso inmediato a los equipos. Sin embargo, conlleva una inversión inicial elevada y requiere de personal cualificado para su gestión.

Este tipo de CPD se recomienda en grandes corporaciones con muchos recursos o empresas que manejan información muy sensible o cuentan con requisitos muy específicos de seguridad.

CPD externo (Colocation)

Mediante este modelo de CPD la empresa obtiene su propio hardware, pero lo aloja y alquila espacio y recursos en un CPD gestionado por un proveedor especializado. Esto permite ahorrar costes, obtener la seguridad garantizada por especialistas y tener un sistema más escalable. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el control sobre los equipos disminuye, es decir, no tienes el control total en tu infraestructura.

Puede ser una buena opción para empresas medianas que buscan una infraestructura robusta, pero sin la gran inversión inicial de un CPD propio.

CPD en la nube (Cloud Data Center)

Con el CDP en la nube, la empresa contrata los diferentes recursos como servicio a través de internet a uno o varios proveedores, (por ejemplo, Microsoft Azure). Suele ser una opción más económica, ya que no es necesario invertir en hardware o en espacio físico; solo pagas por los recursos que usas. También permite aumentar o reducir recursos de forma inmediata y las actualizaciones y la seguridad las gestiona el proveedor directamente. Esto reduce drásticamente el control sobre la ubicación física de los datos, dependiendo del proveedor y su disponibilidad.

Los CPD en la nube suelen ser una opción perfecta para empresas más pequeñas, pero que están creciendo rápidamente y necesitan flexibilidad, o para organizaciones que cuenta con equipos distribuidos geográficamente.

CPD híbrido

Es un modelo híbrido que combina las infraestructuras propias y servicios en la nube. Es un modelo cada vez más común debido a la optimización de sus costes y prestaciones. Además, es un modelo que también ofrece flexibilidad y escalabilidad. Como parte negativa, podríamos destacar la complejidad que conlleva la gestión de un modelo híbrido y los posibles desafíos que puede presentar la integración de los diferentes entornos.

Suele ser un modelo utilizado por empresas que tienen cierta madurez y buscan optimizar inversión y rendimiento; organizaciones con aplicaciones de diversa criticidad o negocios que priorizan tanto seguridad como flexibilidad.

Funciones clave de un CPD.

Un centro de datos es una herramienta fundamental en la operativa y seguridad tecnológica de cualquier empresa, y cumple funciones críticas para el funcionamiento de cualquier negocio moderno:

  • Almacenamiento de datos: el CPD permite guardar, organizar y proteger grandes volúmenes de información crítica para la empresa para que estén siempre disponibles y a salvo de pérdidas o accesos no autorizados.
  • Alojamiento y gestión de aplicaciones: las empresas cada vez utilizamos más aplicaciones en nuestro día a día y, sin un CPD adecuado, estas podrían sufrir caídas o lentitud en la ejecución.
  • Procesamiento de datos y transacciones: el CPD proporciona la capacidad de cómputo necesaria para realizar todas las operaciones del día a día (cliente realiza una compra, consultamos la disponibilidad de un producto…) de forma rápida y simultánea.
  • Backup y recuperación ante desastres: el CPD implementa estrategias de backup automatizadas que realizan copias de seguridad periódicas y permiten que se almacenen en ubicaciones geográficamente separadas para que un incidente local no afecte a los respaldos.
  • Soporte para la continuidad del negocio: un CPD es el pilar fundamental para conseguir la continuidad operativa de tu empresa, incluso cuando ocurre un imprevisto.

Beneficios de contar con un CPD en tu empresa.

Implantar un CPD es una estrategia que va más allá de la tecnología y aporta un gran valor a la operativa diaria y a los resultados que se obtienen. Algunos de sus beneficios más destacados son:

  1. Seguridad reforzada: proteger tus datos y sistemas frente a amenazas internas y externas es una prioridad. Un CPD combina la seguridad física, como accesos biométricos o vigilancia 24/7, y la seguridad lógica, como sistemas de detección y
    prevención o firewalls de última generación, que reducen drásticamente el riesgo de sufrir brechas de seguridad.
  2. Continuidad de negocio: la infraestructura redundante y los sistemas de respaldo del CPD garantizan que los servicios tecnológicos estén siempre disponibles, evitando paradas inesperadas y minimizando el impacto ante cualquier incidente.
  3. Escalabilidad: con un CPD preparado, tu empresa puede adaptarse más fácilmente a los cambios y crecer sin límites, de forma que la tecnología se adapte a tu negocio y no al revés.
  4. Mayor rendimiento para aumentar la productividad: un CPD optimizado, con hardware de alto rendimiento y una conectividad de calidad mejora la productividad del equipo y la experiencia de los clientes.
  5. Cumplimiento normativo: contar con un CPD ayuda a cumplir con las normativas de protección de datos y seguridad, facilitando auditorías y garantizando el correcto tratamiento de la información empresarial.

El papel de una consultora informática en tu proyecto CPD.

Como ya hemos visto, la implementación de un CPD es una decisión estratégica que puede transformar la operativa y la seguridad de tu empresa. Sin embargo, puede ser un proyecto complejo que implica la toma de decisiones a largo plazo.

Es por este motivo que el papel de la consultora informática puede marcar la diferencia entre un proyecto exitoso y un proyecto problemático. La consultora informática trabaja para diseñar una solución personalizada que se ajuste a tu negocio, tus recursos y tus objetivos. Vamos a ver cómo:

  • Análisis de necesidades y asesoramiento personalizado: el equipo técnico analiza tu empresa para entender tu realidad; estudia la infraestructura actual, analiza tus necesidades y ayuda a definir tus objetivos. Este diagnóstico inicial permite ofrecer una solución que se adapta a tu tamaño, tu sector y perspectivas de crecimiento.
  • Diseño de tu infraestructura: en este paso la consultora se encarga de diseñar una arquitectura robusta y escalable, alineada con las exigencias del mercado:
    • Estudia cómo se conectan todos los elementos.
    • Cuántos servidores necesitas, características, tecnologías de virtualización, etc.
    • Tipo de almacenamiento y niveles de redundancia.
    • Qué medidas de seguridad se van a utilizar para crear la mejor defensa.
  • Implementación y migración: la consultora será la encargada de ejecutar el proyecto una vez que ha sido diseñado. Este paso es crítico y, si no se hace correctamente, el proyecto puede fracasar. La migración de datos es de los momentos más delicados, ya que hay que trasladar las aplicaciones y datos de la infraestructura actual a la nueva con un impacto mínimo en la operativa. Una consultora planifica la migración de forma gradual y está preparada para posibles fallos que puedan ocurrir. Además, antes de saltar a producción, también realiza pruebas de rendimiento, pruebas de carga, etc.
  • Gestión y monitorización continua: un CPD requiere de una monitorización continua y un mantenimiento preventivo, así como actualizaciones u optimización de recursos. Estas tareas son fundamentales para su correcto funcionamiento y se pueden llevar a cabo internamente si se cuenta con un equipo y los recursos de TI necesarios. Sin embargo, es posible que una empresa no cuente con los recursos suficientes. En estos casos, delegar la gestión y monitorización en una consultora externa es la solución más rentable.

Con toda esta información, podemos ver que un CPD bien planificado e implementado no es un gasto, sino una inversión tecnológica necesaria para que tu empresa gane en continuidad de negocio y en seguridad, y pueda crecer de forma sostenible.

En Lunia llevamos años ayudando a empresas a dar este paso con seguridad. Te acompañamos en todo el proceso y te ofrecemos asesoramiento personalizado. ¿Quieres llevar tu infraestructura tecnológica al siguiente nivel? ¡Contáctanos y te informamos!